Cientos de vecinos y autoridades inauguraron un pesebre de 120 metros cuadrados inspirado en los paisajes de Lanzarote, en la reapertura del histórico inmueble del antiguo Mercadillo
La navidad ha llegado a Arrecife. Cientos de vecinos de la capital se dieron cita para dar la bienvenida a la época estival en la Calle Real con la apertura del portal de Belén. En dicho acto, también estuvieron presentes miembros del Cabildo de Lanzarote, del Consistorio capitalino además de Juan Carlos Medina, cura de la parroquia municipal, frente al antiguo Mercadillo de la céntrica vía arrecifeña, que se reabrió para la recepción del pesebre navideño.
Mucho antes de las 20:00, hora fijada para el inicio del acto, las calles y establecimientos de Arrecife ya gozaban de vida y movimiento. Todo ello, a la espera del pistoletazo de salida que diera lugar al inicio de la navidad en la capital de manera oficial.
Jonathan de León, alcalde del municipio arrecifeño, inició el evento con un discurso en el que agradeció el recibimiento de la ciudadanía al nuevo portal de belén, señalando su nueva ubicación y asegurando que todos los vecinos “quedarían encantados con la obra de arte que se ha generado”.
Por su parte, Oswaldo Betancort, presidente del Cabildo de Lanzarote, se mostró orgulloso del uso que va a recibir el inmueble durante el periodo navideño. También señaló que espera que el edificio “ofrezca cultura y solidaridad” no sólo durante la navidad, sino durante todo el año.
Tras las palabras de los dirigentes, todos los ciudadanos reunidos tuvieron la oportunidad de visitar el portal de belén. Se trata de una representación de 120 metros cuadrados donde se muestra el nacimiento del niño Jesús unido a algunos de los rasgos de la isla de Lanzarote, con detalles como los volcanes o los hoyos de La Geria. Todo ello a través de varias figuras en movimiento realizando actividades cotidianas de la época como la ganadería o pesca, entre otras muchas cosas.
Tejure, autor de la obra representativa, explicó que la creación del pesebre “ha conllevado los lógicos retos técnicos asociados a intervenir en un edificio histórico, además de los que ha supuesto montarlo en un área discontinua integrada por nueve espacios independientes”.


