La Virgen de Los Dolores, patrona de Lanzarote, emprendió su regreso a la ermita de Mancha Blanca este domingo a las 6 de la mañana, tras una emotiva estancia en Arrecife que comenzó el pasado 30 de noviembre. En esta ocasión histórica, la Bajada coincidió con dos importantes aniversarios: el 225.º de la fundación de Arrecife como municipio y los 200 años de la última erupción volcánica en la isla, la del volcán de La Capellanía de Tao en 1824.
El recorrido estuvo marcado por la fe y devoción de los fieles, con la participación de unas 1.300 personas según estimaciones del Consorcio de Emergencias. Los feligreses, que se congregaron desde la Iglesia de San Ginés en Arrecife, acompañaron a la Virgen durante todo el trayecto.
Finalmente, alrededor de las 13:00 horas, la imagen llegó a su destino en Mancha Blanca, cerrando así un evento que ha unido historia, religión y tradición en la isla de Lanzarote.